Mundos íntimos. Mi abuela, una artista de la cocina, no negaba sus recetas pero su magia es un don que aún busco y no encuentro.

Reacción. La autora cree que a partir de una sinfonía de sabores dictados sólo por la intuición, esta mujer, deportada a un gueto durante el nazismo, construyó sus espacios de afecto.
Comentarios de Facebook (0)