Mundos íntimos. Cuando tenía un año, debieron sacarme un ojo. Crecí entre el cuidado temeroso y las ganas de vivir

Mundos íntimos. Cuando tenía un año, debieron sacarme un ojo. Crecí entre el cuidado temeroso y las ganas de vivir
Silencios. Siempre supo que debía cuidarse más que un chico común. De hecho, la natación era una de las pocas actividades permitidas. Pero de la causa de su pérdida no se hablaba: ¿era demasiado doloroso?