Mundos íntimos. Como psicoanalista, quería tratar pacientes en un diván. Mis primeros trabajos, desoladores, fueron distintos

Mundos íntimos. Como psicoanalista, quería tratar pacientes en un diván. Mis primeros trabajos, desoladores, fueron distintos
Desilusión. La idea de ayudar con la palabra se esfumó en el neuropsiquiátrico: gente muy medicada y sin lugar para una labor personalizada. Luego, cuidó a personas mayores: era lo que le requería el sistema.