Mundos íntimos. Mi vieja empezó a mirar fútbol para compartir mi pasión. Ahora murió: veo los partidos solo y la extraño.

Mundos íntimos. Mi vieja empezó a mirar fútbol para compartir mi pasión. Ahora murió: veo los partidos solo y la extraño.
Cerca, pero a la distancia. Él vive en Buenos Aires; ella tenía su casa en Mar del Plata. Él los seguía en directo; ella, a través de los relatores. Y se mandaban mensajes para el recuerdo durante los 90 minutos.