Mundos íntimos. Los chicos de la selva me enseñaron su secreto de la felicidad: saber cada día algo más, escuchar, compartir

Mundos íntimos. Los chicos de la selva me enseñaron su secreto de la felicidad: saber cada día algo más, escuchar, compartir
Sin pretensiones. Acostumbrado a charlas con muchas preguntas "difíciles", el autor -novelista reconocido- comprendió la importancia de un diálogo en el que la frescura es sinónimo de humanidad.