Mundos íntimos. Hasta que se enfermó, nunca vi llorar a mi papá. A él (yo soy igual) le costaba el desborde, mostrarse lastimado.

Mundos íntimos. Hasta que se enfermó, nunca vi llorar a mi papá. A él (yo soy igual) le costaba el desborde, mostrarse lastimado.

El adiós. Un día se desmayó. Le dieron cinco meses de vida. La autora cuenta cómo fue la despedida, ese tiempo de dos personas que se quieren mucho y que ya intuyen el final.